La educación en la que creemos responde a una concepción cristiana de la persona, de la vida y del mundo.
Somos conscientes de nuestro papel como acompañantes en un proceso que busca la autonomía y la responsabilidad personal de los alumnos y alumnas. Por ello, reflexionamos de modo continuo tratando de ofrecer una respuesta adaptada a cada niño y niña y a cada circunstancia para que sean hombres y mujeres del futuro.
Deseamos ayudar a nuestros alumnos y alumnas a:
- Ser felices y protagonistas de su propia vida y aprendizaje
- Descubrir y potenciar sus cualidades personales
- Crecer en su dimensión integral
- Desarrollar su creatividad, imaginación y la gestión de su ocio y tiempo libre
- Crecer en la dimensión social y la participación; en el respeto a los Derechos Humanos y conciencia ecológica
- Desarrollar la dimensión ética y trascendente y el respeto a la diversidad
- Descubrir su mundo interior y abrirse a la experiencia del encuentro con Jesucristo
- Comprometerse en la construcción de un mundo más justo y solidario.